Con la globalización del mundo actual es más fácil apreciar como las naciones luchan por su libertad, demostrada en la actualidad en su afán de alcanzar una superioridad en el aspecto económico fundamentalmente. Los llamados países chicos sueñan con ser llamados países desarrollados algún día, potencias mundiales, lo que crea en cierta forma un  odio hacia la 
nación mas poderosa, tildándola de opresora, naciendo así, un esmero por superarse. Pero en Chile no creo que suceda esto, de aquí que nazca una enajenación hacia la sociedad. Esto quiere decir, que las personas no trabajan para contribuir a su pueblo, sino a si mismos. Toda persona quiere ser superior al otro, desea tener una buena situación económica, una mejor casa, un mejor auto, un mejor televisor, etc. En este proceso se olvida a las demás personas, no importa a quien hay que dejar de lado para lograrlo, incluso esto ya se comenzaría a percibir en la adolescencia, en donde en el proceso de búsqueda de identidad, se enajena uno de la propia familia, queriendo independizarse, vivir en soledad para lograr el objetivo del poderío, y… quizás, formar una nueva familia mas tarde, solo importa conseguir un buen trabajo para lograr poseer dinero. Pero al hablar de enajenación en la sociedad chilena, no me refiero solo a la interacción humana, sino que en las actividades de la sociedad. Por ejemplo en la política, la corrupción creo que nace debido a que el político se enajena de su trabajo, al votar una ley, ya no piensa en quienes botaron por el, sino que en su propio beneficio, y algunas veces ni siquiera lo piensa, solo trabaja por su millonario salario, comienza a sentir que las decisiones que toma, en realidad, a el no le influyen en nada, solo busca cumple con su trabajo de votar leyes de vez en vez. Por otro lado, también podemos 
observarla en la religión, pero no me atrevería a referirme solo en la religión, sino en los predicadores de esa religión… en su iglesia. Iglesia la cual pierde credibilidad a través de los años. La creencia en ese ser superior se mantiene, porque es algo inevitable de pensar en el hombre, pero hacia la iglesia creo que en la mayoría ese enajenamiento es… inevitable; a pesar de que en Chile desde pequeño se tiene una educación dirigida hacia ella. Pero con el crecimiento uno comienza a cuestionarse. Quizás todo empieza con la enajenación hacia la idea de la salvación cristiana, hacia el rezo que no consigue nada, el obrar bien que a final de cuentas solo nos aleja de nosotros mismos. La iglesia dice: “obra bien e iras al cielo y obtendrás tu salvación, pero si obras mal iras hacia los infiernos y serás castigado por el resto de la eternidad”, (siendo el pensamiento moral sobre lo que es el bien y el mal, una idea impuesta por ellos desde hace siglos!!!) si es así, ¿que pasa con ese Dios de amor y dispuesto a perdonarnos de los denominados pecados?; si preguntamos a la Iglesia, nuestra respuesta será que ese dios nos pone a prueba en esta vida, entonces, ¿qué clase de Dios es ese que nos hace arriesgarnos e irnos por el mal camino?. Con todo esto cada persona termina forjándose su propia creencia, enajenándose definitivamente de la Iglesia (es curioso, pero por propia experiencia, pude observar que generalmente a la gente mas devota, suele sucederle las peores desgracias, a lo que ellos responden que es solo una prueba de el señor), y si somos mas extremos, quizás todo esto desencadene una especie de enajenación hacia la temida muerte. Si seguimos indagando, podemos reflexionar que existen enajenaciones en distinto tipo de actividades, y que algunas veces, vivimos esas enajenaciones inconscientemente. En Chile probablemente se viva una alienación incluso hacia la misma patria, es una población que aun no acepta que no posee identidad propia en el ámbito racial, hay distintos tipos de raíces, además es un país dividido políticamente, que viene saliendo de una situación social muy delicada, que mantiene ese deseo de venganza entre otros, que impide crecer como una sociedad dedicada a su nación, ya que las viejas rencillas
 impiden forjar un pensamiento común que nos ayude a alcanzar un solo y gran objetivo. Después de todo Marx tenia razón, la alienación existe, pero depende de la situación socio-política de un país. La verdad no se como será en otros países, pero creo que en Chile lo que hace falta para evitar la alienación en la estructura social, es una gran ideología, que nos motive a todos a crecer juntos y evocarnos hacia nuestra nación, que nos permita trabajar para ella, confiando en que contribuimos no solo al beneficio particular, sino al de todo un pueblo (y que pensar así no se sienta mal!!!). Pero después de tantas ideologías que han nacido y han quedado inmaculadas en la historia, ¿será posible que nazca una nueva capaz de juntar a las masas sociales?, o simplemente la historia comenzara a repetirse y volverán a renacer de el olvido viejas ideologías, ¿qué otras pueden haber?, ¿cuál será la siguiente?... Es necesario que los beneficios sean repartidos a todos, todos contribuyen, por lo tanto, todos merecen ser retribuidos. A los que luchan por un bien común y no se dedican solo a  enaltecerse a ellos mismos con un egoísmo estúpido… saludos!!!!!!!!!!!
"El primer defecto de la humanidad fue la fe; la primera virtud la duda."
Carl Sagan


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